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ESQUINA: Buscando Dorados con Palometas Activas

 
 
     Escrito por:  Jorge Lopez Basavilbaso  
     Fotografías e imágenes: jclopezbasavilbaso@gmail.com
 

      La pasión por el dorado pudo más que los registros térmicos y regresamos sobre el término del mes de enero con la idea de pescarlos con artificiales, preferentemente con mosca en una época que no es la más adecuada para largas jornadas de pesca en el litoral. Fundamentalmente por tres razones: la alta temperatura, posibilidades de aguas más turbias en el río Paraná y la segura actividad de Palometas.

     Llevo 32 ó 33 años pescando esa zona y unos 24 o 25 tratando de hacerlo, toda vez que pueda, en Fly. La presente experiencia en cuanto a la jornada de calor intenso (aunque, en este caso, no extremo) me llevó a pensar en algunas circunstancias que en el desarrollo de la nota trataré de hacer notar para que todo pescador tome conciencia sobre ciertos “problemas” que se presentan y como resolverlos o adecuarse a ellos.

     Pero antes de explicar las dificultades debo ratificar lo gratificante que es la pesca de este pez en fly, spinning, baicast y también con carnada natural al golpe. Y no dejar de lado los excelentes servicios que tienen cabañas y lodges, los que hay en cantidad y calidad. En este caso me referiré a Lodge/Posada Hambaré donde con parte de mi equipo de relevamientos he concurrido en varias oportunidades. Una nota que puede dar una idea sobre la calidad de servicios y la variación que puede haber en esta pesca (como en cualquier pesca, ya que todas son diferentes) puede notarse viendo una experiencia anterior en el siguiente enlace en lavaguada.cl .

 
 
 
 

     Llegamos con Luciano Pezzoni un noche con el tiempo justo para cenar, descargamos el auto, un aseo rápido y concurrimos al comedor, momento en que encontramos a Arnoldo Rhoner, propietario del complejo, quien nos recibió con su acostumbrada buena disposición. También nos indicó que había asignado a Alvaro Garay, “el Moro”, para el relevamiento. Un buen guía que debió esforzarse mucho en las circunstancias por las que pasaba el río.

     El Paraná se encontraba en franca crecida y llevaba unos cuantos días con trepadas que oscilaban entre 3 y 20 cm. por jornada según lugares por la regulación de la represa de Yacyretá. Al punto que al momento de relevamiento estaba en 4,65 m., a 35 cm del nivel de alerta y al momento de escribir este artículo lo había sobrepasado llegando a 5,10 m.

     No siempre es malo un rio crecido. Un buen guia puede aprovecharlo, por ejemplo buscando desbordes con correntada hacia el interior de los campos, pero generalmente la crecida enturbia el agua y si bien esto afecta algo el pique cuando se pesca con carnada, lo hace en mayor medida cuando se utilizan artificiales.

     Por ello de entrada rumbeamos hacia el norte por el delta del río Corriente, zona de aguas mucho más claras porque provienen de los esteros del Ibera donde reina la transparencia.

     Comenzamos con líneas de flote buscando los desbordes mencionados sin encontrar tomadas de dorados. La temperatura se mantuvo en alrededor de 34 grados, no cerca de 40 como puede registrarse en algunas oportunidades en pleno verano, y una suave brisa la hacía soportable. El sol por esta época es muy fuerte y el consumo de agua es de suma importancia para el pescador. Todos, pero especialmente los mayores, deben mojarse bien, especialmente la cabeza. El uso de filtros solares es muy necesario. El agua variaba entre 25 y 28 grados en los sectores pescados. La media tomada fue de 27 grados.

     Pronto aparecieron piques, no violentos como suelen ser los de dorados. Enseguida, viendo las moscas nos percatamos que estaban las molestas Palometas. Luciano capturó una y pronto tuve una contienda con otra que finalmente se desprendió.

 
 
   

     Seguimos hacia el norte tratando de esquivar esta especie, cambiamos técnicas y finalmente debido a la persistencia de estas y la falta de dorados en el lugar aunque casteábamos sobre correderas aptas para encontrarlos, opté por el baicast utilizando señuelos duros. Cuanto menos, estos resisten los filosos dientes de las palometas y evitan el destrozo de las moscas. Una de las fotos muestra en su parte superior las nuevas y abajo las mordidas .

     En este artículo, entre otras actuales, incluyo también una foto de mi archivo donde se puede apreciar la disposición y forma de los dientes inferiores de las palometas y aunque no se ven los superiores, puedo asegurar que calzan justo unos con otros. La manera en que estos peces toman las moscas, en un altísimo porcentaje las convierte en inservibles. Las palometas destruyen las que utilizamos para el dorado, y con temperatura alta del agua estos peces se activan en mayor medida. Para peor, la mordida casi siempre es justo inmediatamente detrás de la curva del anzuelo, con lo que el pescador siente la tomada y en el intento de clavarla no hace otra cosa que terminar de destrozar la parte trasera, llevándose así un pique no concretado y una mosca destruida.

     En cambio el dorado con su voracidad, fiereza y amplia boca muerde cabeza y cuerpo dando así la posibilidad mucho más alta de una clavada efectiva y una sensacional pelea y mejor disfrute.

     Llegué a capturar una palometa con un señuelo Flap Jack de Strike Pro, curiosamente prendida del triple delantero, pero no nos interesaba la pesca de esa especie en lo más mínimo y consumiendo unos cuantos litros de nafta rumbeamos para el sur.

     Entramos por el Paraná casteando contra los palos para finalmente ingresar al Correntoso donde la velocidad del agua hizo honor al nombre del río y en una de ellas Luciano obtuvo su primer dorado, ya en spinning con un señuelo Rapala Shad Rap Magnum 12 cm. Color cardenal y paleta quebrada recomendado por el guía, señuelo que durante la jornada se llevaría un alto porcentaje de los piques obtenidos.

 
 
 

     Por el Correntoso y otros riachos nos fuimos acercando al río Corriente y en zonas no muy lejanas al Guayquiraró, tanto en el Corriente como en otros riachos por sugerencia del guía aunque no es lo que más nos agrada, por el centro del cauce buscamos a cierta profundidad los dorados en la modalidad trolling. Entendimos que podría ser la forma de captura de algún ejemplar grande.

     Comenzaron los piques, cosa que suele pasar en pesca de arrastre pero lo curioso fue que una docena de veces las cañas se arquearon y pese a inmediatas respuestas como para asegurar al pez, al sentirse clavado éste saltaba fuera del agua, se contorsionaba y desprendía siempre del señuelo. Podría ser que tuviera algo que ver nuestra desacostumbrada falta de prácticas de pesca en esta modalidad.

     Cortamos el trolling al término de una laguna grande y al acercarnos a la zona del embudo por donde esta descarga sus aguas, barrimos la entrada con lanzamientos en spinning y baicast.

     Muy cerca de los camalotes un buen dorado se tentó con el rapala en un lance corto. El pescador respondió con prontitud y certeza y tras el salto la suerte acompañó en esta oportunidad, ya que el dorado corrió hacia la laguna. Si lo hubiese hecho hacia los camalotes seguramente hubiéramos llegado a un corte. Se hizo difícil su captura debido a la vegetación desprendida que colgaba del multifilamento.

     Finalmente pudimos subirlo, fotografiarlo y devolverlo tras la correspondiente oxigenación. Fue sin duda, no el más grande ejemplar que picó, pero si el mejor obtenido.
Volvimos al trolling buscando ejemplares grandes. En una de las oportunidades un dorado de excelente tamaño tomó el Rapala y salió como un tren. Tras la clavada saltó majestuosamente y se perdió toda tensión con el mismo. Unos metros más allá lo vimos saltar nuevamente tras comprobar el corte del multifilamento, quizás en el roce con alguna rama. Ya no contábamos más con el Rapala pescador.

     En otra de las ocasiones, con otro señuelo color cardenal de la marca Waterdog, de los que todavía conservo algunos, un dorado más chico, yo diría cercano a los 5 Kg., lo atacó. Ante el pique, clavé enérgicamente. El pez saltó y no se pudo desprender, comencé la pelea que duró poco, sin darnos tiempo a fotos y tras unos segundos, en una repetición del salto consiguió su libertad.

     Volvimos al Correntoso y no tuvimos respuestas. Se acercaba la caída de la tarde y quisimos darnos el gusto de terminar la jornada casteando sobre el Paraná. Encontramos una punta en la costa donde el agua se bifurcaba. Una corredera sobre el extremo que se abría sobre el río madre y un ingreso angosto de agua que entraba a los campos. Si bien el lugar parecía ideal y vimos peces menores “volando”, señal de acometidas de dorados, las plantas y la dificultad de fijar la embarcación en un punto adecuado nos limitó a pescar alternadamente.

 
 
 

     Comencé con mosca y tras varios lances, cedí mi lugar. El movimiento comenzó a menguar mientras el casteo se producía tratando de pasar las moscas por los primeros dos o tres metros de boca de entrada a los campos. Más allá significaba enganche seguro en las ramas.

      El guía con nuestro consentimiento y mi equipo de baicast nos dio una clase de stickeo muy ruidoso y veloz con un señuelo paseante. Pero esto tampoco funcionó.

     En marzo mengua un poco el calor y las jornadas de pesca en cuanto a la temperatura son más livianas, abril y especialmente mayo la temperie roza lo óptimo y el pique debiera mejorar notablemente. Junio en caso que el frio ambiental no se adelante también tiene muy buena pesca con artificiales, julio suele ser frio y el dorado, según el decir de los lugareños “tiene la mandíbula cerrada” por lo que es difícil que tome artificiales, sería el momento para pescarlo teniendo paciencia y todo el tiempo como para que se decida a tomar con carnada natural, pues con esta se lo encuentra todo el año.

     Agosto normalmente trae la actividad de dorados, septiembre es un mes muy bueno (aunque algo ventoso) y octubre tan bueno como septiembre. En noviembre suele haber veda la que se extiende hasta mediados de diciembre (esta última vez comenzó en diciembre para terminar a mediados de enero).

     Obviamente es recomendable, sobre todo con temperaturas altas, al pescar con mosca, esquivar las palometas. El guia colaborará buscando lugares donde disminuyan su presencia o no estén.

OBSERVACIONES:

Tanto el Paraná como los ríos, riachos y arroyos cercanos a Esquina, tienen gran variedad de peces. Quizás en una próxima nota podamos mezclar pesca con artificiales y también con carnada al golpe o en espera. De esta forma podríamos obtener algún grande del Paraná como es el Surubí que junto con el Dorado y el Pacú seguramente son el gran atractivo en pesca en Esquina. El presente relevamiento tuvo como objetivo, aún en condiciones no ideales, la pesca del dorado con artificiales y en la práctica no nos corrimos del objetivo aunque nos vimos obligados a modos de pesca que no son los que más nos gustan. La misión era esa y la cumplimos. La carnada natural seguramente hubiera aumentado las respuestas.

La adaptación a las circunstancias por parte de los pescadores ante la cantidad de modalidades de pesca y variedad de especies a pescar juega un papel fundamental en los resultados. El trabajo que realizan los guías que están permanentemente en el río es muy importante para llevar mejores respuestas a pescadores que preguntan y saben escuchar.

SERVICIOS:

POSADA/LODGE HAMBARÉ, Ruta 12 Acceso Norte, Esquina, Corrientes, Argentina. Amplitud y calidad de servicios. Se recomienda ver todos sus servicios en la web.

Web donde obtendrá más información: www.posadahambare.com.ar 

Telefax 54-3777-460270 // 54-3777-460664. Celular: 54-9-3777-15-622477

E-mail: contacto@posadahambare.com.ar  // arnoldorohner@hotmail.com
 

Hasta una nueva nota con los deseos de buenas pescas..!!

 

 

 
 

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